Abundan los canales, el verde rebosa en sus enormes parques y uno de sus iconos más famosos es el oso. Sí, hablamos de Berlín, uno de esos destinos que siempre apetecen. Y no hay que darle muchas vueltas al porqué: aquí, desde el Muro de Berlín hasta Alexanderplatz, el pasado y la vanguardia se entremezclan en una urbe marcada por la historia y la innovación. Ven a descubrir la Puerta de Brandeburgo, la antigua entrada de la ciudad, pasea por Gendarmenmarkt, una de sus plazas más bonitas, y haz un viaje en el tiempo en la Isla de los Museos. Ah, y no te vayas sin saborear alguna de sus especialidades culinarias más típicas, como el Eisbein, un codillo de cerdo que se sirve con chucrut, sus ricas salchichas currywurst o sus famosos bretzels, que querrás comer a cualquier hora. Ya lo sabes, si te apetece conocer de cerca una de las ciudades más increíbles de Europa, ve reservando un alojamiento. Berlín te dará para rato.

La mejor temporada para venir a visitar Berlín es de mayo a septiembre. En esta época, el clima es ideal para sentarse a tomar un café, pasear tranquilamente por la ciudad y disfrutar de sus parques. Pero, si decides venir en invierno, al ser temporada baja, seguro que encuentras ofertas más interesantes en alojamientos y transporte. Si haces una escapada durante los meses más calurosos, te alegrará saber que aquí la temperatura no sube por encima de los 31 grados y el clima es muy agradable para hacer todo tipo de actividades al aire libre. En invierno, aunque puedes llegar a estar a bajo cero y las máximas ronden los 7 grados, los mercados navideños, las pistas de patinaje sobre hielo o sus acogedores bares alternativos también son un buen motivo para visitarla.

Callejear por el barrio judío

Aunque en Berlín no ha existido un barrio judío delimitado como tal, los alemanes-judíos fueron una parte importante de la población con una gran presencia en esta zona, donde quedó impresa su importancia en el desarrollo económico de la ciudad a través de los edificios que alberga. Pasea por sus calles llenas de historia, donde te encontrarás con una auténtica galería de arte callejero, la sinagoga y sus famosos patios interiores, en los que algunas baldosas recuerdan a las víctimas del Holocausto.

Alexanderplatz desde las alturas

Acércate hasta el epicentro de Berlín, la plaza Alexanderplatz, coronada por la icónica torre de televisión, a la que puedes subir para disfrutar de una de las mejores panorámicas de la ciudad. En esta plaza, además, puedes aprovechar para hacer alguna compra, ya que concentra multitud de tiendas.

Disfrutar del arte urbano en East Side Gallery

Parte del muro de Berlín, que se derrumbó al finalizar la Guerra Fría, se conserva hoy en día a modo de mural urbano. Pasea contemplando cada obra y entenderás su significado histórico.