Marianne

Cómo una madre protegió a su familia de los incendios forestales

Cinco personas de una familia están de pie en la cocina charlando y con una taza de café en la mano.
El incendio Bridge en el sur de California obligó a la familia de Marianne a abandonar su casa.
Cuando Marianne y su familia trajeron a su casa de Wrightwood, California, un cachorro llamado Toby, no se imaginaban que les evacuarían al día siguiente. La mañana del martes, 10 de septiembre transcurrió con normalidad: el cielo estaba despejado, las hijas de Marianne (de 14, 12 y 9 años) fueron a clase y ella se puso a trabajar en el jardín.
Una mujer en un patio trasero juega con dos perros. Al fondo, hay un porche con tres personas de pie.
El día previo a la evacuación, la familia había traído a casa un nuevo cachorro llamado Toby, diminutivo de Toblerone.
A primera hora de la tarde, el viento empezó a soplar con virulencia y, a medida que se aproximaba el incendio Line, caían cenizas del cielo. Aunque las autoridades afirmaron que no había nada que temer, Marianne decidió ir a buscar a sus hijas al colegio y llevarlas a casa. En el exterior, la situación cada vez iba a peor. «Parecía un escenario postapocalíptico», contó Marianne. «Mi marido y yo les dijimos a las niñas que hicieran la maleta». La orden de evacuación llegó poco después.
«Parecía un escenario postapocalíptico. Mi marido y yo les dijimos a las niñas que hicieran la maleta».
— Marianne, huésped en Airbnb.org
Desde la casa de Marianne, se ve el cielo naranja oscuro a causa del fuego.
Desde su casa, se puede ver hasta qué punto se acercaron las llamas. (Foto de Marianne)
Durante ese tiempo, Airbnb.org se asoció con las organizaciones sin ánimo de lucro de la zona del condado de San Bernardino Hearts & Lives y Visit Big Bear para ofrecer alojamientos en Airbnb a las personas evacuadas. Tres anfitrionas en Airbnb se ofrecieron como voluntarias para ayudar a los colaboradores a encontrar huéspedes y dar a conocer el alojamiento de emergencia a través de Airbnb.org. Tara, Katie y Monique crearon formularios de admisión, los publicaron en las redes sociales y trabajaron de sol a sol con los gestores locales para ofrecer un techo en sus comunidades a quienes se vieron obligados a abandonar su hogar. «La gente estaba al límite», dijo Tara. «Aliviadas y agradecidas: así se mostraban las familias a las que les decían que podrían tener cuatro paredes para que sus bebés gatearan, para hacer la colada y para preparar la comida». Con la ayuda de anfitriones y colaboradores, Airbnb.org acogió a más de 1000 residentes de San Bernardino desplazados por los incendios Bridge y Line, entre los cuales había cientos de niños y mascotas.
En una acogedora habitación interior con techo de madera, dos personas están sentadas juntas en un sofá. Ambas transmiten una sensación de unidad y alivio.
Tara y Katie, Superanfitrionas en Airbnb, ayudaron a las organizaciones sin ánimo de lucro de la zona a localizar a las personas que necesitaban un techo para ofrecerles alojamiento en Airbnb.

«Aliviadas y agradecidas: así se mostraban las familias a las que les decían que podrían tener cuatro paredes para que sus bebés gatearan, para hacer la colada y para preparar la comida».

—Tara, Superanfitriona en Airbnb en Big Bear, California
Imagen de perfil de Tara, anfitriona en Airbnb.org, con el distintivo de la marca de verificación.
La familia de Marianne, incluido Toby, fue una de las que se quedaron en un alojamiento gratuito en Airbnb tras la orden de evacuación. «Nuestra vida dio un vuelco tremendo. Al tener por fin un sitio donde quedarnos, nos quitamos un gran peso de encima». Recordó el momento en que, por primera vez en días, pudo sacar de la maleta algunos productos de higiene. «Parecerá una tontería, pero para mí significaba mucho disponer de un espacio donde dejar mis cosas y, por fin, poder pensar».
En un acogedor salón con juguetes y una cocina al fondo, dos niñas están sentadas en sofás separados.
Después de dos semanas siguiendo la evolución de los incendios y en un sinvivir por no saber qué suerte correría su hogar, Marianne y los suyos pudieron regresar a casa sanos y salvos.
Tras dos semanas, la familia pudo volver a casa de forma segura y reencontrarse con sus mascotas, y las niñas se reincorporaron a las clases. Con esta, era la segunda vez que evacuaban a Marianne y a su marido a causa de un incendio forestal desde que se mudaran a Wrightwood en 2015. Puede que tampoco sea la última; eso sí, Marianne confesó que se siente afortunada de vivir en una comunidad que siempre tiende la mano, sobre todo en situaciones de emergencia.«Se respiraba mucha incertidumbre, pero Airbnb.org nos dio esperanza y nos tranquilizó: sabíamos que no íbamos a quedarnos con lo puesto, que nos atenderían, nos facilitarían la adaptación y saldríamos adelante».

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