Alquileres vacacionales en Aveiro

Si algo no pasa desapercibido en Aveiro son los canales y puentes que la recorren y atraviesan (por algo la llaman la Venecia de Portugal). Súbete a bordo de un barquito moliceiro de colores y haz una ruta por sus aguas mientras escuchas la historia de la ciudad. Si tienes ganas de mar y naturaleza prácticamente virgen, puedes pasar el día en alguna de las kilométricas playas de arena fina y aguas cristalinas que encontrarás muy cerca, como la de la Reserva Natural de las Dunas de San Jacinto. También puedes visitar su catedral y su museo, dar un paseo por el frondoso parque Dom Pedro Infante mientras disfrutas de unos ricos ovos moles, el dulce insignia de la ciudad, o acercarte a la animada plaza do Peixe para tomar algo en sus terrazas.

La mejor época para disfrutar de Aveiro es desde primavera hasta otoño, ya que las temperaturas son agradables y apenas llueve. Eso sí, aunque vengas en verano, las aguas frías y el fuerte oleaje del Atlántico no siempre invitan al baño, pero el tiempo suele ser apetecible para tumbarse bajo el sol con la toalla. Si vienes en invierno, tráete ropa de abrigo e impermeable para visitar la ciudad, sobre todo para disfrutar de tu paseo en moliceiro, ya que la humedad y el agua de los canales siempre aumentan la sensación de frío. Y, si quieres entrar en calor, prueba una de sus sopas más reconfortantes: el caldo verde.

Iglesia de la Misericordia

Paseando por las calles de Aveiro llegarás a la plaza de la República, donde se alza uno de los edificios más bonitos de la ciudad, la iglesia de la Misericordia, con esos azulejos azules que adornan la fachada y las paredes del interior tan típicos de la arquitectura portuguesa.

Barrio de Beira Mar

Como su nombre indica, este era el barrio de los pescadores y, hoy en día, el más antiguo de la ciudad. Por el día, invita a pasear por sus callejuelas y a fotografiarse frente a sus casitas de colores, y por la noche es el mejor lugar para probar alguno de los sabrosos platos de chipirones, almejas o bacalao de la zona en uno de sus muchos bares o restaurantes.

Playa de Costa Nova

La playa de Costa Nova está a solo 15 minutos en coche de Aveiro y parece sacada de un cuento. Sus casitas a rayas de vivos colores, los palheiros, que antiguamente usaban los pescadores como almacén, contrastan con el azul del mar y la arena blanca de la orilla. Entre chapuzones y baños de sol, allí el tiempo se para, y más si te endulzas la jornada pidiéndote una «tripa», una especie de crepe relleno, en uno de sus puestos costeros.