Alquileres vacacionales en Bilbao

Bilbao es la ciudad más poblada del País Vasco y también es el corazón de una de las áreas metropolitanas más potentes de toda España. El paseo de la ría divide la ciudad: de un lado el casco viejo, donde podrás disfrutar tanto de día como de noche; y del otro, el ensanche, símbolo del progreso y la modernidad que caracterizan a esta ciudad. Bilbao engancha a primera vista, y tiene una personalidad propia que te dejará con ganas de volver. Así que empieza a buscar tu alojamiento favorito en uno de sus barrios más carismáticos. ¡Seguro que no te aburrirás, vayas los días que vayas!

El clima tan característico de la costa del Cantábrico hace que Bilbao no tenga temperaturas extremas en verano ni en invierno. Las temperaturas medias van desde los 10 grados de enero a los 20 de agosto, así que, en este sentido, es un clima fácil de sobrellevar.

A cambio, llueve más que en otras zonas de España, sobre todo en otoño e invierno. Son lluvias bastante frecuentes, aunque no necesariamente copiosas. De todas maneras, siempre es recomendable tener un paraguas a mano o meter un impermeable en la mochila, porque ese xirimiri tan típico del País Vasco puede caer en cualquier momento.

Las joyas arquitectónicas de Bilbao

Están repartidas por distintos puntos de la ciudad y, aunque las hayas visto en fotos, impresionan más en persona. Hablamos, del Museo Guggenheim, famoso a nivel mundial; el puente de Bizkaia o puente colgante; la Biblioteca Foral; el Teatro Arriaga; el puente de Zubizuri, de Calatrava; o el edificio Plaza Bizkaia. ¡No te pierdas ninguno, sobre todo si te gusta la arquitectura!

Los bares de pintxos del casco viejo

Los bilbaínos suelen reunirse en estos bares tan típicos a mediodía y a última hora de la tarde, sobre todo los fines de semana para tomar unos pintxos. Prueba todos los que te apetezcan, pero no tires los palillos, ¡los necesitarás para pagar!

El mirador de Artxanda

Está un poco más alejado del centro, pero es el mejor sitio para que veas toda la ciudad desde las alturas. Para llegar hasta la cima, hay que coger un funicular, pero el billete es muy barato, y las vistas que hay desde allí son magníficas. Estamos seguros de que harás unas cuantas fotos con Bilbao a tus pies.