Alquileres para vacaciones en Castril

Imagínate un peñón y, a sus pies, un pueblo de pequeñas casas que forman un laberinto de calles empedradas y empinadas. El blanco, la teja y la piedra hacen que parezca un puzle desde arriba. Así es Castril, en Granada, cerca de Huéscar. Y todo lo que lo rodea es naturaleza pura, como el río Castril, que atraviesa el parque natural de la sierra con el mismo nombre. ¿Listo para explorarlo? Su belleza te dejará con la boca abierta, pero también lo hará descubrir la artesanía de vidrio típica de la zona, las calles del pueblo, los restos de las murallas y las torres árabes. Párate, habla con sus habitantes y deja que te cuenten sus secretos, que, por su larga historia, son muchos.

Por sus veranos calurosos y secos y los inviernos no demasiado fríos, el clima de Castril se considera mediterráneo. En verano se pueden alcanzar los 35 grados, mientras que en invierno la temperatura mínima ronda los 10. Además, tiene 249 días sin lluvia al año. Si aún no tienes fechas para venir a disfrutarlo, la mejor época para viajar a Castril es de abril a octubre, aunque julio y agosto son bastante calurosos. Si lo que buscas es sol, casi nunca te faltará. Eso sí, no olvides unas buenas botas para pasear, ropa cómoda y, dependiendo de la época del año, el bañador por si te atreves a darte un chapuzón en el río.

El pueblo y su gastronomía

Puedes pasear por el pueblo hasta llegar a una bonita iglesia de piedra. Allí encontrarás la Oficina de Turismo, por si quieres reservar una visita guiada a la peña del Sagrado Corazón. Seguro que el recorrido te da hambre, así que, a la vuelta, puedes probar alguna de las especialidades del lugar, como las migas con remojón, los maimones o sus guisos elaborados con trucha del río Castril. ¡Que aproveche!

Ruta por la Cerrada del río Castril

¿A que no esperabas aguas de color turquesa y pasarelas colgantes? Más allá de la Arboleda Perdida, llegarás a la Cerrada, un cañón que el río ha ido excavando en la roca. Aquí podrás disfrutar de un paseo lleno de encanto y, si no eres de pensarte las cosas dos veces, porque el agua está siempre helada, tienes una zona de baño.

El embalse del Portillo

Por un camino lleno de rincones desde donde sacar fotos preciosas y miradores con vistas panorámicas, llegarás al embalse del Portillo, construido en 1999. Tendrás que seguir el camino del río Castril. Cualquier día con sol es perfecto para caminar hasta aquí. ¡Verás cómo el paisaje se pierde en el horizonte!