Alquileres para vacaciones en Chulilla

¿Qué mejor manera para desconectar que un pueblo con encanto y muchas aventuras? Así es Chulilla y te espera en una ladera del cañón del río Turia. Un pueblito de casas blancas de la Serranía valenciana perfecto para pasear por su casco antiguo y subir hasta el Monte del Castillo. Desde lo alto de la fortaleza árabe tendrás unas impresionantes vistas de las casas que se extienden por el cañón hasta el río. Además, está rodeado de un entorno natural bellísimo con muchas posibilidades para disfrutarlo: senderismo, escalada, rutas en BTT y a caballo o simplemente darse un baño en su famoso Charco Azul. ¿Necesitas recuperar fuerzas? Siéntate en la plaza de la Baronía a probar sus platos estrella, como la olla de carne, la olla de berzas o el rin-ran, con una copa de Mistela y, de postre, un reguiño o una torta de almendra.

El clima de Chulilla es mediterráneo, de veranos secos y calurosos e inviernos suaves. Es raro que llueva, pero si vienes en otoño será más probable, así que tráete un impermeable o un paraguas por si acaso. Si vienes en invierno, trae ropa de abrigo porque, aunque por el día la temperatura sea agradable, por la noche puede bajar hasta 3 o 4 ºC. Si eliges el verano para venir, no olvides meter en la maleta una chaquetilla para la noche por si acaso y, sobre todo, bañadores para refrescarte en las múltiples zonas de baño de la zona.

Ruta de los puentes colgantes

También conocida como ruta de los Pantaneros, es sencilla y atraviesa la mayoría de las maravillas naturales de la zona. Toda una aventura atravesando el cañón del Turia junto a paredes muy altas, algunas con más de 80 metros, hasta llegar a dos puentes de 5 y 15 metros de alto sobre el río. Y la oferta senderista no se acaba ahí, porque hay muchas otras rutas, como la de las pinturas rupestres o la de las cuevas.

Charco Azul

Desde el mismo pueblo tienes la opción de caminar al lado del río Turia siguiéndolo. Por un sendero precioso y rodeado de vegetación hasta llegar a este paraíso. El color azul turquesa y las paredes que se levantan verticales a los lados hacen que sea muy espectacular. Además, hay pasarelas a ambos lados por las que podrás ver todos sus rincones. Otras zonas de baño no menos espectaculares son el Charco Valladejo, la Peña Judía y Las Toscas, un manantial con cascadas y una cueva.

Escalada y paseos a caballo

Otra forma de disfrutar este paraje natural único es recorrerlo a lomos de un caballo Shire, una raza que todo lo que tiene de grande lo tiene de noble. O, si quieres más aventura aún, escalando en sus más de 360 vías de escalada. Gracias a la altitud del municipio (383 metros), el clima permite practicar este deporte durante todo el año.