Alquileres vacacionales en España

España es uno de los mejores destinos europeos para unas vacaciones de sol y playa, pero, si atrae a millones de visitantes, es porque es mucho más que eso. Si se te conquista por el estómago, encontrarás una de las gastronomías más premiadas en tascas y restaurantes vanguardistas. Si te va la aventura, descubrirás montañas perfectas para una escapada rural y el esquí en invierno, una historia que puede leerse en su arquitectura, fiestas patronales conocidas en todo el mundo y tradiciones de otros tiempos. Callejea por sus ciudades bulliciosas, déjate enredar por el encanto de las playas turísticas y los chiringuitos del sur, pon rumbo al este para chuparte los dedos con una paella valenciana o admirar la Sagrada Familia y explora la naturaleza salvaje del norte. Da igual cuántos días vengas, siempre serán pocos.

La temperatura, el sol y la lluvia varían mucho entre las cuatro estaciones. En otoño e invierno, de octubre a marzo, llueve, los días de sol se acortan y bajan las temperaturas, pero es un momento estupendo para visitar grandes ciudades o hacer turismo de montaña. En primavera y verano, desde abril a septiembre, las temperaturas suben con el sol y hay menos días de lluvia. Es la mejor temporada para disfrutar de sus costas.

Las temperaturas y la cantidad de días de lluvia varían bastante entre norte y sur, y también entre la playa y el interior y la montaña. Al norte llueve bastante, incluso en verano, y al sur en algunos lugares se puede llegar a los 20 grados en invierno.

Pongamos que hablamos de Madrid

La capital es un no parar desde que pones un pie en el Kilómetro Cero de la Puerta del Sol. Desde el castizo Madrid de los Austrias hasta la desmelenada Malasaña, sus calles y bares nunca duermen. Puedes comer de tapas o pedirte el típico bocata de calamares o atreverte con platos de alta cocina deconstruida. Hay espectáculos para todos los gustos, museos llenos de arte e historia, mercadillos para viajar en el tiempo y parques donde echar el día simplemente paseando.

Barcelona y la Costa Brava

Barcelona tiene mucho más que la Sagrada Familia: el Gòtic, con su oscuro encanto medieval, las plazas de Gràcia, para tomarte un rico aperitivo, el Park Güell y sus excentricidades modernistas, el parque de la Ciudadela, perfecto para un buen pícnic… ¡la lista da para rato! Y a solo una hora tienes las famosísimas calas de la Costa Brava. ¡Prepárate para empaparte de Mediterráneo!

Disfruta las Islas Baleares

Da igual qué isla escojas, seguro que no quieres volver a casa. Mallorca tiene un poco de todo: costa, montaña, marcha nocturna e historia. Menorca y sus calas vírgenes te robarán el corazón. Ibiza suma la vida nocturna más conocida de la tierra y playas espectaculares y en Formentera te costará creer el color del agua.