Alquileres mensuales en Wilcove

Excelente comunicación, alojamiento fantástico, lo volvería a usar.

Alojarnos en casa de Ildikoy Daniel fue como estar en casa. Muchas gracias por vuestra hospitalidad y el tiempo para explicarnos todo siempre con una sonrisa. Fue un placer alojarnos en su bonita casa unos días. Antes de llegar, no sabíamos si habíamos hecho una buena elección porque pensábamos que estaba muy lejos del centro y no teníamos coche, pero fue perfecto. Justo fuera de la casa hay una parada de autobus que lleva al centro directamente. Además, en 10 min a pie llegas a los pies del río Tamar donde hay algunos lugares para comer o tomar algo. Muchas gracias por todo. Repetiríamos sin pensarlo !

Naomi es una anfitriona muy acogedora y amable. El apartamento fue fácil de encontrar y al entrar te recibe un lugar cuidadosamente seleccionado, decorado armoniosamente y te da la bienvenida con pan fresco, leche, zumo de naranja, flores y una tarjeta de bienvenida. Naomi ha pensado en todo y su amabilidad y ayuda brillaron en sus comunicaciones y en su casa. El apartamento es ideal si lo estás utilizando como base y pasas la mayor parte de tu tiempo explorando la ciudad y comiendo fuera, menos si estás buscando un lugar para esconderte y descansar. La cocina es compacta y está básicamente equipada. El dormitorio es muy tranquilo, con sábanas agradables y un colchón cómodo. Solo hay un par de cosas que tener en cuenta como desventaja marginal (principalmente debido a la opinión): aunque es bonita, la sala de estar no es particularmente cómoda para sentarse. El baño es muy pequeño y la presión del agua de la ducha es bastante baja. La calefacción no era tan efectiva y proyectaba un resplandor azul en las habitaciones, lo que nos llevó a apagarla, ya que era difícil dormir.

Vibrante y peculiar apartamento con muchos toques creativos, ¡realmente único! El dormitorio es cálido y acogedor con una cama cómoda. Dormimos mejor que en casa. El baño japonés es precioso y tiene una ducha estupenda. Sally fue muy servicial y receptiva con las instrucciones, aunque no la conocimos, nos hizo sentir muy bienvenidos y como en casa. Si quieres alojarte en Plymouth, ¡no te pierdas la experiencia de esta joya oculta!