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La Ría de Arousa, la más grande de Galicia, está rodeada de pueblecitos gallegos con mucho encanto. San Pedro de Palmeira es uno de los más bonitos. Se extiende a lo largo del puerto, desde la playa de A Corna hasta la Punta das Grades. Antiguo pueblo de marineros y de labriegos, hoy se dedica principalmente al mar y conserva tradiciones se han mantenido años y años gracias a las reuniones y las fiestas con las villas vecinas. ¡Date una vuelta por el casco antiguo, siéntate a charlar con la gente de la zona y vive Palmeira como un habitante más!

Todo el mundo sabe que en Galicia llueve mucho y Palmeira no es una excepción. En los meses de otoño, invierno y primavera, además del frío y el viento, llueve uno de cada dos días de media. Por eso sus habitantes están tan acostumbrados y no paran su vida por la lluvia. Así que coge tu impermeable, cálzate unas buenas botas, abre el paraguas y ¡a caminar! En verano la probabilidad baja a un día de cada tres, así que tampoco vas a librarte de la lluvia. El cielo se despeja y la temperatura sube y es muy agradable desde junio hasta agosto, pero ten en cuenta que por las noches refresca y necesitarás sacar una chaquetilla.

Puerto y playa de Palmeira

El pequeño puerto de pescadores es acogedor, muy tranquilo y pintoresco. Aunque rehabilitado, mantiene sus muros de piedra y la estructura original. Y si madrugas podrás disfrutarlo ¡con los marineros! Date una vuelta por la zona y detente en la playa que hay a la derecha, las vistas de la ría son espectaculares. Además, delante de la playa y el puerto hay varios bares donde puedes sentarte a tomar algo para coger fuerzas para lo que te queda de día.

Comer pescado y marisco

En un pueblo de pescadores gallegos como este, un plan perfecto para la hora de comer es sentarte en uno de sus restaurantes y pedir un plato de pescado fresco o de una de sus famosas mariscadas. ¡Acabarse todas las variedades de marisco de la ría es un reto y, sobre todo, un gran placer! El sabor a mar te acompañará durante varios días.

Iglesia de San Pedro de Palmeira

Tanto si eres de iglesias como si no, no te puedes perder esta parroquia porque es uno de los símbolos del pueblo. Aunque no es muy grande, el interior no te dejará indiferente. Entra a conocerla y habla con alguno de los feligreses, ¡seguro que pueden contarte todos los secretos de la iglesia y de Palmeira! Y, de paso, recomendarte otros sitios que merezca la pena visitar.