Alquiler de alojamientos para vacaciones con acceso a la playa en Bahía Solano

La casa de Lucas se llama Selvazul. Selvazul es, sin duda, un pedacito de paraíso. La casa es ESPECTACULAR, con una arquitectura en madera hermosa, rodeada por naturaleza y ubicada en el mejor lugar de todo Bahía Solano, justo frente al mar. El agua es pura y potable, los colchones son muy cómodos, los ventiladores funcionan perfecto, y el baño es amplio y agradable. La atención fue impecable. Lucas es un ser humano maravilloso: carismático, respetuoso, atento y además instructor de buceo. Su padre, Toño, es una fuente de sabiduría sobre las comunidades locales y las dinámicas sociales del Pacífico colombiano. Estar allí es un verdadero privilegio. Además, Lucas y Toño están súper bien conectados y nos ayudaron con todo: transporte desde y hasta el aeropuerto, tours y recomendaciones confiables. Gracias a ellos, conocimos a Ottoniel, un guía excepcional con quien fuimos a Jurubirá, un pueblo encantador entre dos ríos cristalinos y el océano. También a Utría y Punta Cocalito

Posada Olivácea es un paraíso total, el mar está al frente de la cabaña, en los días de suerte logras ver las ballenas al frente de la casa, la atención de Carmen es muy buena, siempre está atenta a lo que necesites y con muy buena disponibilidad. El Centro Valle queda muy cerca, hay variedad de restaurantes. La cabaña es muy recomendada.

Excelente persona! Muy atento y siempre dispuesto para ayudar y proponer

Si pudiera valorar el alojamiento de Alejandro y Stephanie con más de 5 estrellas, ¡le daría un millón! La cabaña es el paraíso en la tierra y son los mejores anfitriones que puedas imaginar. El espacio es acogedor y te recuerda lo poco que realmente necesitas para estar perfectamente contento. Es rústico, pero las sábanas son lujosas, una combinación perfecta. La vista cambia cada 5 minutos con las nubes, los pájaros y las mariposas, pero siempre es excepcional. ¡Qué lugar para despertarse! ¡La hamaca del balcón tiene un lugar especial en mi corazón! Los masajes de Alejandro son pura felicidad y el yoga de Stephanie aportó una energía pacífica a cada día. ¡Sus recomendaciones sobre comida y excursiones dieron en el clavo! Bahía Solano es mi nuevo lugar favorito del mundo. Gran ambiente relajado, superseguro y amigable, y me encantó la caminata nocturna y el kayak por la selva. Además de pescado fresco para desayunar, almorzar, cenar (y postre, ja, ja) que nunca dejó de sorprender. ¡Vendería un riñón para volver a este pedazo especial de paraíso lo antes posible!