Comunidades unidas después de los incendios

A medida que avanzan los esfuerzos de recuperación, la gente de Los Ángeles sigue apoyándose.
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Comunidades unidas después de los incendios

A medida que avanzan los esfuerzos de recuperación, la gente de Los Ángeles sigue apoyándose.
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Collage de una familia de tres personas y su perro, una madre y su hijo, y una pareja de pie frente a una casa.
Altadena

La familia Benn

Los Benn, a quien la gente conoce como «la familia de la música» de Altadena, han vivido en la zona desde los 50 y actúan con frecuencia en eventos de la comunidad por toda la ciudad. El incendio Eaton arrasó dos casas que habían pertenecido a la familia durante generaciones. Once miembros de la familia pudieron permanecer juntos en un espacio en Airbnb mientras pensaban qué harían después. «Poder quedarnos todos juntos en un alojamiento en aquel momento fue crucial, sobre todo, porque había niños pequeños y algunos miembros de la familia tienen problemas de movilidad», explica Loren Benn, la mayor de los siete hijos de los Benn. Los Benn tienen previsto volver a Altadena y reencontrarse con su comunidad.
Una familia de 11 personas compuesta por niños, padres y abuelos en un jardín durante un día soleado. Algunos están sentados y otros, de pie.
«Perder tu casa duele, pero sentir que se ha ido una parte de tu pasado es mucho peor», explica Loren.
Altadena

Eshele y Brayden

Eshele es terapeuta y su familia lleva generaciones en Altadena. Ella, su hijo Brayden y su chihuahua, King Tut, perdieron la casa en la que llevaban 17 años viviendo. Gracias al crédito de Airbnb.org, pudieron alojarse con Inessa, una anfitriona en Airbnb. A pesar de todo lo que ha perdido, Eshele ha seguido prestando servicios de salud mental en un momento crítico para su comunidad.
Una madre con un jersey verde y su hijo, que lleva una sudadera negra, están abrazados de pie, con un chihuahua delante.
«Que alguien se preocupe por ti y te reciba como si fueras de la familia lo cambia todo», asegura Eshele.
Altadena

Kevin, Bridget y Copi

Kevin y Bridget son artistas y fotógrafos, y viven en Altadena con su hijo de 10 años, Copernicus, y su perro, Galaxy. La familia perdió su hogar y gran parte de su trabajo, pero lo que más les preocupa es mantener unida a su comunidad. Se han quedado en un alojamiento gratuito en Airbnb mientras deciden qué hacer.
Un hombre con una cámara, una mujer que sostiene un perro y su hijo están juntos en el porche delantero de una casa de estuco.
«Estamos intentando aprovechar este tiempo para reflexionar sobre qué vamos a hacer», dice Kevin.
Thousand Oaks

Sanam y su familia

Sanam acogió a un equipo de ocho bomberos de Ventura y a sus cuatro perros, a pesar de que su familia había perdido varias de sus propiedades de alquiler en los incendios. Sus hijos, de 3, 5, 6 y 9 años, ayudaron a hacer viajes a Costco para llevar comida y provisiones a los bomberos y que así tuvieran la energía necesaria para hacer su trabajo. 
Una mujer con el pelo largo y oscuro está sentada con su hija en el regazo en un patio soleado con vegetación.
«Fue muy gratificante poder ayudar a un grupo de personas a recuperar el ánimo y las fuerzas para luchar contra el incendio», dijo Sanam.
Palm Desert

Jimmy

Jimmy, que nació y creció en Palm Desert, ha conseguido que su comunidad se una para ayudar a los huéspedes afectados por los incendios forestales de Los Ángeles. En la primera semana, acogió a nueve familias que habían tenido que marcharse de sus hogares. En el caso de una que perdió su casa, recaudó donativos en forma de tarjetas regalo para restaurantes y cafeterías locales.
Un hombre de pelo castaño con vaqueros oscuros está sentado en una tumbona frente a una casa de estuco con suculentas en el jardín.
«Me sentí fatal cuando me enteré de que habían perdido su hogar y se habían tenido que marchar de allí sin más. Quiero que estas personas se sientan cómodas en mi casa y entiendan que esta comunidad, este barrio, los va a acoger con los brazos abiertos», dijo Jimmy.
Long Beach

Kaitlyn

Kaitlyn, anfitriona en Long Beach, ha hecho todo lo posible por ayudar a los huéspedes afectados por los incendios forestales, incluida una familia que perdió su hogar en Altadena cuando la madre estaba embarazada de 39 semanas. Kaitlyn llevó donativos y paquetes de artículos de primera necesidad a los huéspedes y sigue en contacto con su red de anfitriones para ayudar a más personas que necesitan alojamiento.
Una mujer con el pelo castaño largo y una camisa blanca está sentada en un sofá verde frente a una pared con un papel pintado de peces.
«En dos semanas, el mundo habrá seguido adelante, y estas personas no. Todavía necesitan mucha ayuda», dice Kaitlyn.

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«Mi mayor motivación es conseguir que mi familia esté a gusto para que podamos empezar a mirar hacia adelante, aunque sea poco a poco».

—Loren, huésped a través de Airbnb.org de Altadena, California

«En aquel momento de incertidumbre en el que no sabíamos nada de nuestra casa, fue un alivio enorme sentirnos seguros y tener un lugar adonde ir».

—Cate, huésped a través de Airbnb.org de Topanga, California

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