Francia es posiblemente uno de los destinos europeos más visitados. ¿El motivo? Mejor dicho, ¿los motivos? En concreto, 18 regiones que convierten a este país al sur de Europa en un crisol de paisajes, costumbres, estilos arquitectónicos, arte, gastronomía, deportes, y un largo etcétera de reclamos diversos.

La lista de destinos es interminable: desde Biarritz a Carcasona y Toulouse, sin olvidarnos de los Alpes, hasta llegar a la Costa Azul, con Cannes, Niza o St. Tropez, pasando por la idílica Provenza, no hay un rincón en este país que no esconda algún tesoro. Y Alsacia, al norte, no es ninguna excepción.

Qué decir también del centro, con el valle del Loira y sus castillos. Aunque para construcciones únicas, la del Monte Saint-Michel, en Normandía, o el mismísimo castillo de tantos cuentos, en el famoso parque de atracciones a pocos kilómetros de París y Versalles. ¡Ay, Paris, Paris! Con sus terrazas, sus museos, la torre Eiffel, su tradición de arte y moda…

Sin olvidarnos de una gastronomía de lo más rica: croissants, pains au chocolat, quiches y crêpes –entre tantas otras delicatessen– hacen de este el país del buen comer.

Entre todas las opciones de alojamiento que existen, una casa rural en Francia pinta como la más exótica.

Dicho esto, quizás te interese saber cuál es la mejor época para reservar, dependiendo de lo que quieras hacer o de los eventos más destacados.

A grandes rasgos, los inviernos son bastante crudos y fríos en la zona centro-norte del país, con nevadas habituales y temperaturas bajo cero. Un momento ideal para vivir unas Navidades de lo más auténticas o disfrutar del esquí en los Alpes.

Si eres más de playa, los veranos en la riviera francesa gozan de un clima con temperaturas cálidas y escasas precipitaciones.

No te pierdas el carnaval de Niza en febrero, la fiesta nacional del 14 de julio o las ferias de Nimes en junio-septiembre.

Conocer los campos de lavanda de la Provenza

De un intenso color lila, tanto que parecen salidos de un cuadro, los campos de lavanda de esta región francesa son una de las estampas más bellas del país. La floración varía de junio a agosto dependiendo de la zona, pero si viajas en verano, seguro que los ves. Merece la pena un recorrido por Marsella, Avignon, Valensole o Mount Ventoux.

Visitar Estrasburgo

Dentro de la región de Alsacia, en la frontera con Alemania e Italia se encuentra esta localidad francesa que se ha ganado el calificativo de capital de la Navidad por el ambiente festivo que se vive en esas fechas. Y es que su mercadillo navideño es uno de los más antiguos de Europa, y las calles y fachadas de la villa se engalanan con luces y adornos creando una imagen única.

Veranear en Córcega

Paraíso donde los haya, la isla de Córcega es un destino envidiable para pasar unas vacaciones de verano. Está situada en pleno Mediterráneo, a 170 km de Niza y 80 de la costa italiana, y acumula bellos paisajes naturales y aguas cristalinas que conforman un mosaico de tonos turquesas y verdes. Si tienes tiempo, haz una ruta por su reserva natural.