Suele pasar, que cuando una provincia y su capital comparten nombre, la ciudad acaba ocultando al resto. Pero lejos de restarle mérito a Gerona o Girona, esta provincia al este de la península engloba un litoral de espléndidas playas y calas como es la Costa Brava, la «Toscana catalana» o Empordà, parte del Pirineo y hasta una zona volcánica, la de la Garrotxa.

Pero vayamos por partes. De origen romano, y con un rico legado árabe y judío, Girona te enamora desde el mismo momento que cruzas su muralla para adentrarte en su casco antiguo. Por algo los directores de la serie que nos ha anunciado la llegada del invierno la eligieron para grabar la mayor parte de los episodios de su penúltima temporada. Casas colgantes, una arquitectura medieval y una gastronomía muy apetecible son algunos de sus muchos atractivos.

Tampoco hay que olvidarse del hijo predilecto del Empordà, Salvador Dalí. De hecho, no puedes perderte el denominado triángulo daliliano, que recorre el legado de este genio.

¿Qué decir de la Costa Brava? Lo más importante es que no dejes de hacer su Camí de Ronda, desde el que descubrirás el impresionante litoral y sus bonitos pueblos.

Pues depende. De que quieras disfrutar de la costa y también de su alta montaña, de que quieras hacer turismo en el interior, conocer un poco más la vida y obra de Dalí o simplemente descubrir calas a golpe de bañador y pareo.

Si tu principal destino es la Costa Brava y algo del Empordà, lo ideal es que vayas de junio a septiembre para aprovechar los mejores meses de sol, y te aseguras de paso que todos los establecimientos estén abiertos (hay muchos que cierran durante el invierno).

Si lo tuyo son los pueblos medievales de interior, probar los vinos de la Toscana catalana y quizás hacerte alguna ruta de alta montaña, considera la idea de viajar en los meses de primavera y otoño.

Y si lo que buscas es un refugio en el Pirineo para esquiar o disfrutar del invierno desde el calor de una chimenea, ya sabes que desde diciembre a febrero tienes nieve casi garantizada.

Hacer el triángulo daliliano

Desde su Figueras natal, pasando por Portlligat, y Púbol, si quieres conocer el universo del ampurdanés más internacional, no dejes de visitar el Teatro Museo de Figueras, su Casa Museo en Portlligat, Cadaqués, y por último, la Casa Museo Castillo de Púbol, que el artista regaló a su musa Gala para hacerla reina de un castillo.

Marcarte una ruta del vino en l’Empordà

Descubre todos los secretos de los vinos tintos, rosados y blancos que ofrece la siguiendo la ruta de la denominación de origen de Empordà. Conocerás de cerca una tradición muy arraigada que se remonta a la época de los romanos, ni más ni menos.

Visitar la zona de la Garrotxa

En esta comarca encontrarás pueblos medievales como Besalú, con su característico puente, o Castellfollit de la Roca, del que no te puedes marchar sin subir al campanario de la iglesia para admirar las vistas. Y si quieres llevarte un recuerdo especial de tu visita a esta zona volcánica y de su entorno natural, puedes hacer una excursión en globo y conocerlo todo desde las alturas. ¡Inolvidable!