Alquileres para vacaciones en Puerto de la Cruz

Puerto de la Cruz es el municipio más pequeño de la isla de Tenerife, pero no te dejes engañar por este dato porque es también uno de los más visitados y de los que mejor conservados. Es uno de los primeros sitios de Canarias que recibió visitantes europeos y es un lugar muy animado, donde viajeros y personas de la zona se mezclan paseando por sus calles repletas de historia o tomando algo en una terraza con vistas al mar y a las playas de arena negra. Pero no todo es historia en Puerto de la Cruz, si te gusta el arte urbano, no puedes dejar de visitar Puerto Street Art, un espacio donde 13 artistas de fama mundial han dejado su arte en un museo al aire libre. ¡Seguro que no te dejará indiferente!

En Puerto de la Cruz hace bueno todo el año, igual que en el resto de Canarias. Las temperaturas medias anuales rondan los 20 grados, con máximas cercanas a los 30 en julio y agosto, y mínimas alrededor de los 15 en enero. Lo mejor de todo es que el agua no baja mucho de temperatura en invierno así que no tendrás problema para darte un chapuzón sea la época que sea. Si te preocupan el viento y las precipitaciones, la verdad es que no suelen ser comunes por esta zona. En verano, solo llueve en situaciones muy excepcionales, y el mes más lluvioso, si se le puede llamar así, es diciembre.

El casco antiguo

Puedes empezar a recorrer la parte vieja de Puerto de la Cruz por la Plaza del Charco, lugar de encuentro habitual de la gente de la zona. A partir de ahí, adéntrate en las callejuelas y explora la zona sin fijarte mucho en el mapa. Si te pierdes, pregunta a algún habitante y aprovecha para que te cuente cuál es la mejor terraza con vistas al mar para tomar algo. ¡Pasarás un rato de lo más entretenido!

Los platos más típicos en el puerto

Cerca del casco antiguo, puedes acercarte al muelle de Puerto de la Cruz y asomarte a la famosa casa de la Aduana. Pero no te desvíes demasiado, porque en el puerto y sus alrededores hay muchos restaurantes en los que te podrás sentar y pedir alguno de los platos más tradicionales de las islas. ¡Para chuparse los dedos! Además, la zona tiene bastante vidilla por la noche, por lo que es el sitio perfecto para tomar una copa o salir de marcha después de cenar.

La Orotava

Si te alejas de Puerto de la Cruz durante unas horas, aprovecha para visitar este pequeño pueblo, porque está cerca y merece mucho la pena. Te sorprenderá lo bien cuidado que está y, además, se respira un ambiente muy familiar, así que podrás pasear y sentirte como en casa.