Ofrecer ayuda inmediata como respuesta a la crisis en Ucrania

Millones de personas han huido de la guerra. Miles de anfitriones en Airbnb.org las han acogido.
Publicado por Airbnb el 19 de ago. de 2022
Vídeo de 4 min.
Última actualización: 25 de ago. de 2023

Lo más destacable

  • En los meses posteriores a la invasión de 2022, seis millones de personas huyeron de Ucrania en busca de un lugar seguro.

  • Los anfitriones abrieron sus puertas para contribuir a que Airbnb.org cumpliera su compromiso de hospedar temporalmente a 100.000 personas.

En la semana posterior a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el artista y anfitrión Rafał fue testigo de las consecuencias en Breslavia, su ciudad natal, que está situada en el suroeste de Polonia. A las puertas de un centro cultural ucraniano de su barrio se apilaron cajas y cajas con artículos de primera necesidad que la gente iba donando, y oía a personas que hablaban ucraniano por la calle y en las tiendas.

Poco después, tres familias de Ucrania reservaron estancias de un mes, una tras otra, en la casa que anuncia en Airbnb. A Rafał no le gustaba la idea de cobrar a la gente que estaba escapando de una guerra, así que contactó con el equipo de Atención al Cliente de Airbnb y, cuando descubrió que Airbnb.org podía subvencionar las estancias, se apuntó a la iniciativa.

Según el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, casi siete millones de personas han huido de Ucrania en los seis meses posteriores a la invasión de febrero de 2022. Millones de familias llegaron a ciudades de toda Europa con unas pocas maletas y sin saber cuándo podrían regresar a sus hogares.

En respuesta a la crisis, Airbnb.org hizo un llamamiento a las organizaciones sin ánimo de lucro con las que colabora y a la comunidad mundial de anfitriones con la idea de unir fuerzas para ofrecer alojamiento temporal hasta a 100.000 de las personas que huyen de Ucrania.

Desde entonces, Airbnb.org logró cumplir su objetivo, y todo gracias al generoso apoyo mundial de la comunidad de anfitriones, de las personas que han hecho donativos a través de Airbnb.org y de las organizaciones humanitarias que han ayudado a la gente in situ.

Algunos de los que respondieron al llamamiento, como Rafał, son anfitriones en Airbnb desde hace mucho tiempo y decidieron ofrecer estancias con descuento a través de Airbnb.org en estos momentos de crisis. Por otro lado, están las 40.000 personas que se inscribieron en Airbnb.org para ofrecer a los refugiados alojamiento gratuito o a un precio reducido. Uno de esos nuevos anfitriones es Mary, una científica de datos estadounidense que vive en Berlín.

Airbnb.org me dio la oportunidad de ayudar de manera directa.
Host Mary of Berlin

Encontrar una forma directa de ayudar

Rafał, artista y anfitrión en Airbnb, se registró en Airbnb.org justo después de que comenzara la guerra.

Rafał asegura que la invasión de Ucrania dejó a todos sus conocidos de Polonia en estado de shock. Sin embargo, le sorprendió la rapidez con la que sus amigos y vecinos actuaron ante la afluencia de personas que huían de la guerra. La gente donó alimentos en la estación de tren de Breslavia e hizo acopio de artículos de primera necesidad para entregarlos en la frontera con Ucrania.

Él comenzó a organizar un evento musical benéfico con sus compañeros, pero quería ayudar de una forma más directa. «No tener una casa, un lugar al que volver cada día y donde pasar la noche, es una de las peores cosas que le pueden ocurrir a una persona».


Rafał sigue anunciando su casa a través de Airbnb.org para acoger a personas que deben desplazarse por distintas crisis. Además, ha colaborado como intérprete de polaco en los webinarios de Airbnb.org.

Ofrecer un espacio seguro

En 2022, a lo largo de dos meses, Mary hospedó a cuatro personas que habían huido de Ucrania.

En Berlín, que se encuentra a unos 350 kilómetros al noroeste de Breslavia, Mary seguía las noticias sobre la invasión de Ucrania. Cuando vio el llamamiento de Airbnb.org en internet, anunció su apartamento para ofrecerlo de manera gratuita.

Una persona de la Organización para el Refugio, el Asilo y la Migración (ORAM), una de las entidades que colaboran con Airbnb.org, se ofreció a echar una mano. Como han documentado muchos medios de comunicación, la difícil situación social a la que se enfrenta la comunidad LGBTQ+ en Ucrania y algunos países circundantes ha aumentado la vulnerabilidad de los miembros de este colectivo que han tenido que desplazarse durante el conflicto. El equipo de ORAM le preguntó a Mary si podían quedarse en su casa dos personas transgénero.

Mary estuvo encantada de recibir a huéspedes LGBTQ+. «Sabía que mi apartamento era un espacio especialmente seguro para ellos», dice.

Estrechar lazos

Poco después de que los primeros huéspedes de Mary se marcharan, llegó Dima, que se quedó dos semanas en su alojamiento. Este veinteañero gay vivía en Kiev cuando los rusos comenzaron a bombardear la ciudad. Una organización de base llamada Safebow los ayudó a él y a su gato Peach a llegar a Berlín cruzando Polonia. Allí, ORAM le buscó un lugar donde vivir y le echó una mano para registrarse en los servicios sociales.

Después de un viaje lleno de obstáculos, para Dima fue un alivio llegar al apartamento de Mary. «Los primeros días tenía las emociones a flor de piel», asegura. «Ni siquiera sé qué es lo que más me importaba en aquel momento: estar en un lugar seguro o simplemente asimilar toda la ayuda que me han ofrecido».

Mary estuvo fuera de la ciudad la primera semana que Dima se quedó en su alojamiento. Pero, en cuanto regresó a Berlín, encajaron de maravilla. Pasaron horas sentados en la mesa de la cocina, comiendo juntos y compartiendo alguna cerveza. De hecho, cuando él se mudó a otro apartamento, siguieron en contacto.

«Aquí tenía que partir de cero, y quedarme con ella esos primeros días lo cambió todo», recuerda Dima.

Una ayuda que cambia vidas

Mary insiste en lo fácil que le resultó acoger a los huéspedes. «No he hecho nada que merezca ningún aplauso», asegura. «Decidí probar y la verdad es que no ha sido ninguna molestia».

Compara su experiencia con los testimonios que le han contado sus huéspedes: «Me imagino cómo sería tener que apañármelas en un lugar totalmente desconocido, un sitio en el que no estoy por decisión propia, y sin mi familia al lado... Eso que es digno de un aplauso. Eso sí que me parece duro».

Mary no esperaba entablar una amistad con sus huéspedes, pero está encantada con el vínculo que se ha creado.

«Muchas veces nos esforzamos al máximo en algo y no siempre vemos los resultados», dice. «Pero, con esta iniciativa, sabía que podía ayudar directamente al menos a una persona».

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Lo más destacable

  • En los meses posteriores a la invasión de 2022, seis millones de personas huyeron de Ucrania en busca de un lugar seguro.

  • Los anfitriones abrieron sus puertas para contribuir a que Airbnb.org cumpliera su compromiso de hospedar temporalmente a 100.000 personas.

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19 de ago. de 2022
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