¿Cómo puede beneficiarte ofrecer estancias largas?

Ofrecer estancias largas puede ser una buena estrategia a la hora de hospedar: te permiten obtener unos ingresos más predecibles, reducen la carga de trabajo al disminuir la rotación de viajeros y te dan más flexibilidad.

Las estancias largas ayudan a llenar el calendario antes. Tanto las semanales (de al menos 7 noches) como las mensuales (de mínimo 28 noches) reducen los huecos entre una reserva y la siguiente.

Este tipo de estancias también contribuyen a que tus ingresos sean más predecibles y estables. Cuando una persona se quede en tu alojamiento más de un mes, el cobro se fraccionará en cuotas periódicas.

Puedes ofrecer descuentos semanales y mensuales para que los viajeros se animen a reservar tu alojamiento una temporada larga. Para hacerlo:

1. Dale al icono de ajustes de tu calendario.

2. Desplázate hasta la sección Descuentos de la pestaña Precios.

3. Selecciona Semanal o Mensual. Ahí te aparecerá una sugerencia en función de las características de tu anuncio y de la demanda de alojamientos similares en tu zona.

4. Mueve el control deslizante entre el 0 % y el 99 % para ajustar tu descuento y comprobar cuál sería tu precio medio semanal o mensual una vez aplicado.

5. Selecciona el precio para el huésped que aparecerá debajo para que consultar su desglose, en el que se incluirán las comisiones correspondientes y tus ingresos.

6. Dale a Guardar para confirmar el descuento.

Algunos anfitriones centran sus esfuerzos en atraer a huéspedes interesados en estancias largas. Para conseguir este tipo de reservas, mandan el enlace de sus anuncios a empresas o universidades locales para que se lo pasen a trabajadores o estudiantes que necesiten alojamiento temporal.

«A mí solo me interesan las estancias largas», dice Patricia, Superanfitriona en Austin, Texas. «Quiero hospedar a personas que viajan por trabajo y tienen que quedarse aquí entre uno y tres meses», añade.

Por lo general, las reservas largas implican una menor rotación de los huéspedes y reducen la carga de trabajo, sobre todo en lo que respecta a enviar mensajes a los viajeros y limpiar el espacio.

Por ejemplo, normalmente dedicarás menos tiempo a hablar con un huésped que vaya a quedarse en tu alojamiento todo un mes que a comunicarte con varias personas que tengan distintas reservas de pocas noches.

Para que el polvo y el desorden no se conviertan en huéspedes indeseados, algunos anfitriones ofrecen un servicio de limpieza a los huéspedes y dejan en el espacio productos básicos como escobón y fregona. «Ofrezco una limpieza semanal gratuita en la que también cambio las sábanas, repongo lo que haga falta y, de paso, me aseguro de que el alojamiento esté en buenas condiciones», dice Omar, un Superanfitrión en Ciudad de México que ha hospedado a familias y personas que teletrabajan durante periodos de hasta seis semanas consecutivas.

Ofrecer estancias largas puede ser una buena idea si sueles estar varias semanas seguidas, o incluso meses, fuera por ocio o por trabajo. Maggie, coanfitriona en Northampton, Massachusetts, dice que sus padres siempre pasan el invierno en Puerto Rico y antes su casa se quedaba vacía todo ese tiempo. «Pasamos de no ganar nada a generar 3.500 dólares al mes con Airbnb», nos cuenta.

Las estancias largas también son una opción perfecta en aquellos lugares donde los alquileres de corta duración están sujetos a restricciones. Estas dependen de las normativas locales, así que debes asegurarte de que tu estancia mínima y máxima las respeten.

Si hospedas en un lugar donde está permitido ofrecer estancias largas y cortas, puedes ajustar tu configuración periódicamente. Esto podría ayudarte a aprovechar al máximo la demanda estacional en tu zona y animar a los huéspedes a reservar las noches o semanas que queden libres entre las estancias mensuales.

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