¿Es adecuado mi alojamiento para Airbnb?

Tal vez creas que a nadie le interesaría reservar tu pequeño velero o el cuarto de invitados de tu apartamento, pero ¡nada más lejos de la realidad! En Airbnb, hasta los espacios más pequeños o singulares tienen su público.

Independientemente del tipo de alojamiento que ofrezcas, el truco está en crear una zona cómoda para dormir donde hasta tú echarías una cabezadita. Luego, solo tendrás que añadir al anuncio una descripción detallada que destaque los aspectos más interesantes de tu espacio.

Como mínimo, los huéspedes esperan disponer de una zona limpia y cómoda para dormir, y tener acceso a un baño. No todos los alojamientos en Airbnb disponen de cocina. Si el tuyo es de los que sí, es importante que aclares si está completamente equipada o es una kitchenette.

Cualquiera puede triunfar como anfitrión. ¡Basta con que tenga algún sitio donde se puedan quedar los viajeros! No existe el alojamiento «ideal»: solo tienes que ser transparente e incluir todos los detalles que puedas en la descripción y las fotos del anuncio para que los huéspedes sepan exactamente qué esperar. En Airbnb hay tantos alojamientos como viajeros, tanto si buscan una habitación como si prefieren una mansión a todo lujo.

Los huéspedes en Airbnb no le hacen ascos a casi ningún espacio; el tuyo no será una excepción. ¿Es una casa? ¿Un apartamento? ¿Una habitación de tu piso que no usas para nada? Casas del árbol, tiendas de campaña, minicasas, granjas, caravanas... ¡Algunos espacios son realmente únicos!

Puedes explicar a los huéspedes que dispondrán en exclusiva de toda tu propiedad o de una suite privada, o que compartirán el dormitorio, la cocina o el baño con otras personas, como familiares tuyos, tus compañeros de piso u otros viajeros. Puedes dejar tus pertenencias en el alojamiento o acondicionarlo totalmente para hospedar. ¡Tú decides! Lo importante es que esté limpio y que comuniques a los viajeros qué se encontrarán exactamente durante su estancia.

Daniel, que es anfitrión en San Francisco, comenta que siempre describe su alojamiento con franqueza. «La información que das a los huéspedes sobre el espacio debe corresponderse con lo que se encuentran al llegar», afirma. «Es mejor no pasarse y que supere las expectativas de los viajeros, a que ocurra lo contrario».

Si los huéspedes van a compartir las zonas comunes con tu mascota, conviene que lo menciones en la descripción del anuncio. O, mejor aún, sube a Airbnb alguna foto de tu amiguito de cuatro patas y escribe un comentario para presentárselo y avisarles de que probablemente se lo encuentren durante su estancia.

Una imagen vale más que mil palabras, y más en este caso: con la emoción de un nuevo viaje a la vista, es posible que algunos huéspedes reserven tu espacio sin leerse toda la información. Si tu alojamiento tiene alguna peculiaridad, es recomendable que durante el proceso de reserva confirmes que los viajeros están al tanto.

¿Tu alojamiento no es precisamente un palacio? ¡No pasa nada! Muchos huéspedes están encantados de alojarse en un espacio modesto siempre y cuando ofrezca una buena relación calidad-precio. Si acabas de estrenarte como anfitrión, prueba a empezar con un precio algo más bajo del que te gustaría llegar a cobrar. De este modo, irás consiguiendo reservas y, una vez que tengas varias evaluaciones excelentes, podrás replanteártelo y subirlo para ir avanzando hacia tu objetivo.

Consulta nuestra guía con las pautas para que un anuncio tenga éxito

La información de este artículo puede haber cambiado desde su publicación.