Según las normas relativas al impuesto sobre bienes y servicios (GST) para plataformas de la Agencia Tributaria neozelandesa (IRD, por sus siglas en inglés), Airbnb tiene la obligación de recaudar y liquidar un GST del 15 % sobre el precio del alojamiento y los gastos de limpieza, si los hubiera, en los anuncios en Nueva Zelanda.