Los anfitriones deben cumplir nuestras normas sobre estos cuatro aspectos, que contribuyen a ofrecer estancias cómodas y seguras a los viajeros:
Los anfitriones también deben mantener una valoración alta, ya que los viajeros esperan un nivel de calidad similar en todas las estancias y utilizan las evaluaciones para compartir su experiencia con otros viajeros.
En Airbnb, se espera que los anuncios mantengan una valoración alta y que eviten, en la medida de lo posible, las evaluaciones negativas. Se ha comprobado que los anfitriones que consiguen las mejores evaluaciones suelen ceñirse a cuatro principios: se comprometen a cumplir lo acordado en la reserva, responden rápido, los detalles que proporcionan en el anuncio son veraces y ponen un gran empeño en la limpieza.
Cuando un anfitrión tiene una reserva confirmada, debe hacer todo lo posible por mantenerla y garantizar un proceso de llegada fluido y eficaz.
Los anfitriones o coanfitriones deben estar disponibles para responder a las dudas o a los contratiempos que les surjan a los viajeros antes de llegar o durante la estancia.
Sabemos que los anfitriones siempre tienen mucho que hacer. Por eso, el plazo razonable para responder depende de las circunstancias, por ejemplo, la urgencia de la consulta o la fase del viaje en que se encuentre el viajero.
Por ejemplo, si un viajero se pone en contacto contigo para plantearte una pregunta importante sobre su estancia:
En el momento de la reserva, el anuncio debe describir con precisión el alojamiento y reflejar las características y los servicios que estarán disponibles desde la llegada hasta la salida, entre los que se incluyen:
Todos los alojamientos deben estar limpios y no presentar riesgos para la salud antes de la llegada de los viajeros.
Airbnb recomienda a los viajeros que denuncien cuanto antes cualquier infracción de estas reglas fundamentales. Cuando un viajero tiene la sospecha o la certeza de que el anfitrión las ha incumplido, le pedimos que siga estos pasos:
Estas reglas son muy importantes para nosotros, así que tomaremos las medidas necesarias para asegurarnos de que se cumplen. Cuando se denuncia una infracción de las reglas fundamentales, Airbnb intenta ponerse en contacto con el anfitrión para averiguar qué ha ocurrido.
En esos casos, lo habitual es que le escribamos para recordarle en qué consisten estas reglas o advertirle de que el problema no debería repetirse. Si un anfitrión infringe las reglas fundamentales de forma reiterada o grave, Airbnb podría suspender o eliminar de la plataforma su cuenta o sus anuncios.
En función del tipo de infracción, Airbnb también podría tomar otras medidas, como cancelar una reserva programada o en curso, reembolsar a un viajero deduciendo el importe del cobro del anfitrión, o exigir a este último que demuestre que ha solucionado el problema antes de volver a hospedar.
Además, si un anfitrión cancela una reserva confirmada o es responsable de una cancelación, puede enfrentarse a otras consecuencias de conformidad con nuestra Política sobre Cancelaciones del Anfitrión. En caso de que el anfitrión tenga razones válidas que escapen a su control, es posible que Airbnb no aplique tarifas de cancelación y que, en algunas circunstancias, no tengan lugar otras consecuencias.
Los anfitriones pueden recurrir las decisiones que se tomen en el marco de esta política contactando con el equipo de Atención al Cliente o a través del enlace que les facilitemos para ello. A la hora de revisar un recurso, tendremos en cuenta cualquier detalle adicional que nos proporcione el anfitrión, como información nueva o corregida, las infracciones de nuestra Política de Evaluaciones u otras circunstancias relevantes.