Descubre cómo Brenda, anfitriona en Airbnb, consigue ingresos durante su jubilación

Ser anfitriona ha permitido que una jubilada conserve la casa de su familia y gane lo suficiente para vivir.
Publicado por Airbnb el 1 de nov. de 2018
Lectura de 3 minutos
Última actualización: 7 de ene. de 2022

Brenda, anfitriona de Airbnb, da una cálida bienvenida a los huéspedes a su segundo alojamiento en el barrio Gentilly de Nueva Orleans. Brenda nació y se crió en Nueva Orleans y se enorgullece de presentar su casa y su ciudad a viajeros de todo el mundo. «Tengo 66 años y he vivido aquí toda mi vida, y tengo esta propiedad desde hace 32 años», dice. «Fui a escuelas públicas en Nueva Orleans y disfruto mostrándole mi ciudad a la gente». Cuando se mudó con su segundo marido, Brenda no quería tener que vender la casa en la que había criado a su familia. Ser anfitriona le ha permitido quedarse con la casa y salir adelante durante la jubilación.

Brenda descubrió Airbnb ayudando a su hija con su mudanza a España. «Nos quedamos en la casa de esta señora y fue muy amable con nosotros. Incluso ayudó a mi hija a mudarse a su residencia. Fue una gran experiencia y pensé que yo podría hacer lo mismo por alguien». Ahora lo hace. Cuando los huéspedes vienen de visita, Brenda les da un paquete de bienvenida con tentempiés y recomendaciones. También se asegura de que sepan dónde ir y cómo disfrutar de toda la ciudad. «Les doy mi pequeño discurso "Miss Brenda".Uno de mis huéspedes dijo que era como quedarse en casa de su tía favorita».

A Brenda le encanta compartir sus conocimientos sobre los mejores lugares de la zona con los huéspedes y los envía a lugares que no forman parte de la experiencia típica de Nueva Orleans. «Siempre recomiendo que la gente vaya al aeropuerto de Lakefront, donde aterrizan los aviones privados. Allí hay un pequeño restaurante monísimo llamado Messina's; tienen las mejores tortitas del mundo. Si pides dos ya te habrás pasado porque son del tamaño de un plato», dice Brenda riéndose. «Y luego recomiendo Sassafras, donde puedes conseguir la sopa de quingombó más auténtica de Nueva Orleans. Hacen la auténtica sopa de quingombó todos los días desde cero».

Brenda ve cómo sus huéspedes apoyan a las empresas locales con el dinero que ahorran al alojarse en su alojamiento en Airbnb. «Es posible que las personas que se hospedan conmigo no tengan 600 USD para quedarse tres días en un hotel en el centro de la ciudad, pero lo que tienen se lo gastan en Nueva Orleans. Así que [los huéspedes] dejan su dinero en el pequeño comercio y contribuyen a nuestra economía».

Para Brenda, ser anfitriona es una manera de mantener su casa y llegar a fin de mes. Después de una lesión que cambió su vida, tuvo que abandonar su carrera antes de tiempo. «Me operaron el cuello y ya no podía seguir trabajando». Después del huracán Katrina, sus tasas del seguro e impuestos a la propiedad se duplicaron con creces. «Si tienes que pagar enormes facturas de agua, electricidad, pagos de seguros e impuestos a la propiedad, ¿qué te queda? Tus amigos y familiares, eso es lo que te queda».

Ser anfitriona le ha permitido obtener unos ingresos muy necesarios para cubrir estos gastos tan elevados. «Hospedar es mi única fuente de ingresos, junto con mi pensión estatal». A Brenda le preocupa que el ayuntamiento le impida seguir alojando huéspedes y la deje sin su medio de vida. Si el ayuntamiento prohíbe de forma permanente los alquileres de corta duración en viviendas enteras, «sería una pena, y yo me quedaría sin nada. Además, me preocupa más cómo compensaría el ayuntamiento esos ingresos que ahora obtiene de los alquileres de corta duración. Afectaría considerablemente a mi situación económica, y esto me produce una frustración enorme».

En última instancia, Brenda espera que el ayuntamiento tome una decisión sensata para que las personas en su misma situación con permisos temporales para ofrecer alojamientos de corta duración o quienes tengan una segunda vivienda puedan seguir ofreciendo la vivienda entera a los huéspedes. «Espero que su decisión favorezca a los propietarios individuales, a las personas que, como yo, hemos vivido aquí toda la vida. Con normativas justas y sensatas que regulen los alquileres de corta duración, Brenda continuará obteniendo los ingresos que necesita para llegar a fin de mes y seguir siendo una excelente embajadora de su preciosa ciudad.

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1 de nov. de 2018
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